"En mi caso el Flamenco es verdad y la música mi salvación. Mi misión es por lo tanto, honrar a la música alumbrando corazones... y cuantos más mejor"
Diego Amador
"HISTORIA de superación PERSONAL "
En las calles del barrio sevillano, conocido como "las 300 viviendas", creció Diego Amador, el menor de ocho hermanos, Su hogar, de etnia gitana siempre estuvo marcado por la música. La tradición flamenca era algo natural de los Amador: un linaje de artistas que ya había dejado huella en el mundo a través sus hermanos mayores, revolucionarios con el grupo Pata Negra y poniendo los ritmos flamencos usando otros instrumentos como bajo y batería
Un espacio sagrado
Su padre Luis Amador, guitarrista flamenco y una figura paternal cariñosa ha sido su gran apoyo. Diego, aún siendo el más joven, sentía que su camino en la música sería distinto, único. En medio de los desafíos del barrio, Diego le pidió a su padre una cosa que cambiaría su destino: una habitación propia. Necesitaba un espacio donde pudiera soñar, crear y dejar que la música lo salvara de la realidad que amenazaba con atraparlo. Ese pequeño espacio se convirtió en su primer estudio, su santuario, y desde entonces, ha replicado ese rincón en cada lugar al que la vida lo ha llevado. Fue en ese espacio sagrado donde Diego encontró su verdadera voz.
Diego Amador de niño en su casa de las 3000
La guitarra y el piano
La guitarra y el cante flamenco eran parte de su ser, pero el Jazz le presentó nuevos sonidos como el piano, instrumento inalcanzable. Pero a falta de recursos el ingenio lo puede todo, descolgaba la estufa catalítica de la pared, cerraba los ojos y en su visualización, podía sentir las teclas. Su padre observador consiguió llevar a su casa un viejo órgano Hammond y entonces encontró la libertad que buscaba.
A partir de ese momento, sin abandonar su herencia flamenca, Diego fusionó estilos y creó un sonido propio, único: fue pionero en llevar el virtuosismo de la técnica guitarrística flamenca al piano y el primero en acompañarse al cante Jondo con este instrumento.
Diego no solo es un músico. Es un creador incansable que decidió aprovechar cada oportunidad para aprender, crecer y revolucionar el flamenco. Sus discos, arriesgados, no solo desafiaron el género, sino que abrieron nuevas puertas.
Premios como los de la crítica especializada “Hoy”, los prestigiosos Giraldillos, su nominación a los Latin Grammy o ser N 1 en Billboard USA, son solo algunos de los reconocimientos que avalan su camino, pero para Diego, el viaje continúa.
Hoy, sigue explorando nuevas herramientas y tecnologías para llevar el flamenco a otro nivel, fiel a la calidad y exigencia que siempre lo ha caracterizado.
MJN
En 2024 se han cumplido 30 años del su primer album “Anticipo Flamenco” Philips 1994. En la foto de familia sus padres y sus hermanos Rafael y Raimundo.